Se terminó el Campeonato de Asturias por Equipos en 2017. Para el Valdesva lo hizo con buenas noticias ya que ambos equipos vencieron y además, Los Lobos jugarán – a falta de confirmación oficial - la próxima temporada en la 1ª división de filiales (segunda categoría real).
Consiguieron los dragones vencer un encuentro para despedirse de la élite del ajedrez asturiano. Vencimos 4.5-1.5 al Gradense sin perder partida, al menos acabamos con buen sabor de boca.
Santi de blancas jugó contra la apertura Caro - Kann de Jesús y la partida siguió las líneas tradicionales, con ambos jugadores enrocando en largo. Se abrió el centro y se cambiaron un par de caballos y las damas, para llegar a un final muy igualado de alfil, caballo y torre por bando y 6 peones. Santi lo intentó, pero no pudo progresar demasiado. Se cambiaron las piezas menores y en un final de torres igualado, se firmó el empate. Pablo de negras jugó una nimzoindia y Mario la jugó de forma muy tranquila, mientras ambos bandos sacaron sus piezas. Con todos los peones en el tablero, se cambiaron 3 piezas menores por bando y en posición igualada, el caballo negro parecía mejor que el alfil blanco, que chocaba con sus peones. Tras abrirse la columna “c”, Pablo cambió las torres y consiguió un peón pasado en c4, aunque no parecía existir forma clara de mejorar la posición. Tras unas maniobras con las damas, el negro encontró una buena secuencia y consiguió forzar el cambio de damas y activar su rey. Con mejor rey y muy buen caballo, combinado con el peón pasado, el negro ganó un peón y poco después obligó a Mario a sacrificar su alfil para evitar la promoción negra. Con pieza de más, el rey negro se comió un par de peones blancos y el blanco se rindió.
Martien jugó contra una Pirc y desde el inicio se mostró muy agresivo, jugando g4-g5 en plena apertura. El negro reaccionó muy bien, jugó en el centro y consiguió movilizar sus fuerzas para detener el empuje blanco. El blanco aún tenía el rey en el centro y pareció quedarse sin munición, mientras el negro logró cambiar algunas piezas menores. Cuando el negro se había adueñado del centro y su posición era más activa, Ángel pidió tablas a nuestro jugador que fueron aceptadas al verse peor. Garrido jugó con negras contra una apertura de dama y el blanco cambió en c6 los caballos, para fortalecer la estructura de peones del negro (c6-d5-e6). El blanco jugó bien, sacó todas sus piezas y controlaba el centro, mientras que el negro no podía movilizar sus peones centrales. El blanco dejó un peón pasado en d5 colocando sus peones en c5 y e5, de esta forma ganó mucho espacio y encerró a las piezas negras, que no tenían ideas. Tras muchas maniobras, el negro cambió algunas piezas, pero se quedó con un peón retrasado en e6 con la columna “e” semiabierta, y Jesús puso sobre él toda la presión con sus piezas mayores. En apuros de tiempo, el blanco no vio una secuencia que le daba ventaja, en su lugar, se cambiaron las damas y la posición se abrió, igualando finalmente Garrido la partida. Aunque ambos bandos lo intentaron, tras una secuencia táctica se cambiaron varias piezas y en un final totalmente equilibrado se firmó la paz.
Chuso jugó contra una siciliana su Alapin y se expandió rápido en el centro, pero no consiguió nada ya que su rival jugó muy buena partida. Aunque creó un peón pasado en “d5”, el negro siempre lo tuvo controlado y finalmente se cambió por otro. La posición se abrió y las piezas negras mejoraron sustancialmente, mientras Chuso tuvo que empezar a defenderse contra la iniciativa negra. Se cambiaron todas las torres y se llegó a un final de pareja de alfiles negras y dama, contra caballo, alfil y dama blanca, equilibrado. Pero con apuros de tiempo, José Manuel se dejó una pieza y Chuso hizo la jugada correcta y ganó la partida en el acto. Abel jugó una holandesa, que pronto se pareció más a una Nimzoindia, con el blanco con los peones doblados en c3 y c4 y el negro con el clásico plan de atacar c4 con Aa6, Ca5 y Tc8. Entorno a eso giró buena parte de la partida. Abel ganó espacio en el flanco de rey y cambió damas, justo entonces Roberto abrió la columna “d”, quedando estructuralmente condenado con sus peones doblados en “c”. Nuestro jugador ocupó la columna, situó una torre en 2ª fila y finalmente se comió el peón de c4. Con peón de más y debilidades en el enroque, el caballo y la torre del negro se combinaron para crear amenazas de mate. El blanco finalmente perdía además una pieza y tuvo que abandonar.
Tardó mucho, pero al final conseguimos una victoria en nuestra última partida en “esta” 1ª tan dura para el Valdesva, en la que siempre es un lujo jugar para nuestro club. Quedamos penúltimos, con 3 puntos, evitando el farolillo rojo.
Viajaban a Mieres los Lobos con la consigna del sub-capi “Madera” de ganar y por los máximos puntos posibles. Al final, la tarde se dio muy bien y la manada consiguió ganar por 4.5 a 1.5 puntos al Mieres “C”.
Alberto jugó un gambito Benko, no aceptado, ya que el blanco jugó b3 y sacó su alfil por b2. Pero José María se relajó y quiso sacar su otro alfil por g2 y Oria pronto clavó el caballo en c3 y lo atacó. Tras una buena secuencia y una muy mala jugada del blanco, ya en posición peor, Alberto ganó la dama y la partida en la jugada 12. Alfonso jugó una especie de ataque indio, sacando su alfil por g2 y luego jugando e4. El negro hizo algo parecido y la posición era cerrada y equilibrada. Hubo varias maniobras de piezas, pero ningún jugador parecía tener las ideas claras. Alfonso consiguió la pareja de alfiles y trató de abrir el flanco de dama, mientras Ismael controló la partida con su caballo y logró cambiar los alfiles de casillas oscuras. La partida siempre estuvo igualada y aún con las damas en el tablero, se firmó el empate.
Peque, de negras, jugó una siciliana muy bien. Hizo un rápido b5-b4 ganando espacio en el flanco de dama, desarrolló sus piezas y consiguió hacer d5 al comienzo del medio juego. Su posición era mejor mientras el blanco no estaba coordinado ni tenía contra juego. Peque atacó la torre blanca con alfil y caballo en sucesivas jugadas y Javier, en lugar de conceder la calidad, perdió una pieza y siguió en posición peor. A las pocas jugadas el negro ganó la partida al no tener el blanco opción alguna y material de menos. José Manuel jugó contra una Escandinava y sacó su alfil de casillas blancas por g2. Ambos bandos sacaron sus piezas y el blanco cambió un caballo por el alfil de casillas negras. La posición estaba igualada, con el blanco controlando el centro y el negro tenía buenas piezas y buena estructura de peones. Con todo por jugar, nuestro jugador tuvo un lapsus y se dejó la dama, ¡cosas que pasan!
Maikel jugó su francesa y pronto se encontró cómodo, ya que sacó rápido sus piezas mientras Aitor no acabo su desarrollo, movió varias veces su alfil y sobretodo, abrió el centro con su rey sin enrocar. Esto permitió a nuestro jugador crear múltiples amenazas y tras una buena secuencia de cambios, tras una descubierta ganó la dama. Luego ganó una pieza y en pocas jugadas dio mate al rey blanco. Ángel jugó una italiana y todo estuvo tranquilo en el tramo inicial, cambiándose los alfiles en e3. Su rival, Luis, quiso cambiar el caballo defensor de f6 y lo hizo, pero eso activó la torre blanca por la tercera y la dama blanca. Nuestro jugador ganó un peón, luego la calidad, luego otro peón y siguió atacando. Las piezas negras no podían hacer nada, así que Ángel trajo su otra torre vía e1-e3 a la lucha y con un buen sacrificio ganó la dama, lo que le proporcionó el punto entero.
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