Finalizó la “liga regular” para nuestros equipos no de la mejor manera, ya que ambos perdieron por 4-2. De todas maneras, aún quedan tres rondas más, después del descanso de la próxima semana. En esas 3 rondas “extra”, volveremos a medirnos a rivales que ya vimos en nuestras ligas, los Dragones lo harán con los 4 mejores de primera, para dilucidar las dos plazas de ascenso, mientras que los Lobos lo harán para intentar evitar el descenso en su categoría.
Día lluvioso en el Principado en que los Dragones viajamos a Oviedo para enfrentarnos al buen equipo del Pablo Morán. Peleamos bien y no hicimos malas partidas, pero terminamos perdiendo por 4-2.
Chuso acabó el primero, jugó una siciliana y pronto consiguió mejor posición y estaba cómodo. El blanco tenía peones doblados en “c” y tras un par de cambios de piezas ligeras, el caballo y alfil negros parecían mejores que sus pares blancos. Nuestro jugador colocó sus piezas, pero tras un par de cambios, pensando que podía ganar un peón en el final de piezas mayores, no lo hacía y la posición se igualó. Tras el cambio de damas se firmó el empate. Santi, de negras, jugó contra una apertura de dama y pronto el blanco enrocó en largo y quiso atacar con todo en el flanco de rey. El negro maniobró con sus caballos y cambió una pareja de alfiles, pero consumió mucho tiempo de reloj y pronto estuvo en apuros de tiempo. Aún así, hizo buenas jugadas, fijó el centro, ganó un peón y pareció estabilizar la posición. Pero Manuel Alejandro consiguió abrir la columna “g” y utilizar sus torres en el ataque, hasta que una llegó incluso hasta g7. En posición mejor del blanco, pero confusa, Santi perdió por tiempo.
Abel, de blancas, jugó una especie de estructura inglesa en la que el negro sacó sus piezas y parecía tener buena partida. En un golpe táctico, el blanco ganó un peón, pero su rey quedó en el centro del tablero y le costó encontrar acomodo el resto de la partida. Alba dobló sus torres en la columna semiabierta “b” y se comió el peón de b3, pero Abel lo había visto, bloqueó la columna con su alfil y ganó la calidad. Con calidad y peón de ventaja, parecía que la partida iba a ser sencilla, pero la debilidad del rey era constante y el negro jugó f4 y trató de abrir el centro. Al final, Alba sacrificó un peón que parecía peligroso, pero Abel calculó bien y se libró del perpetuo. Con torre de ventaja, su rival abandonó. Pablo, jugó su Caro contra una línea secundaria y desde las primeras jugadas pareció más cómodo, obligando al blanco a hacer jugadas poco naturales. Se metió en una línea que le proporcionó calidad, pero al igual que en la otra partida, su rey quedó en el centro, y el blanco tenía una peligrosa pareja de alfiles. José Alberto abrió incluso más la posición y no dio tiempo al negro a jugar con sus torres. La posición era mala y tras un error de cálculo, se entró en una línea en la que Pablo perdió la dama por las dos torres. Pero en posición descoordinada, no defendió de la mejor manera y la dama y el alfil rivales le hicieron mucho daño, tanto que perdió un caballo y tuvo que abandonar con mate en pocas.
Con el encuentro complicado, restaban Alberto y Martien. Alberto jugó sus esquemas ingleses y la partida fue tranquila en la apertura, en la que ambos jugadores sacaron sus piezas sin problema. El blanco cerró el flanco de dama y el centro, en una partida muy bloqueada, pero le quedó débil el peón de e5, que se había ido demasiado adelante. Con todo cerrado, nuestro jugador cambió un alfil por dos peones y trató de jugar al bloqueo. El negro puso un caballo en d3 y maniobró mucho con sus piezas, pero en su mitad del tablero, y no tenía ideas claras de cómo progresar. Tras muchas jugadas y ya en apuros de tiempo de Oria, el negro devolvió la pieza pero no en una buena versión e increíblemente, el material estaba igualado sólo con peones y piezas mayores en el tablero. Con poco tiempo de ambos, se firmó el empate. Martien, de blancas, jugó contra una Caro pero pronto la estructura de peones central se asemejó a una francesa. Sin finalizar aún el desarrollo, el negro ganó un peón central y la posición blanca no parecía ofrecer mucha compensación. Siempre peor, Martien consiguió sacar las piezas, pero Berna logró cambiar damas y coordinar sus torres en la columna “c”. El jugador local ganó un segundo peón y parecía tener la partida muy de cara, pero entonces se metió en un final de alfiles de diferente color que dieron ciertos chances de tablas a nuestro jugador. Y los tuvo, pero en apuros quizás no acertó con el mejor plan defensivo y al final Berna se llevó la partida.
Tras la liga regular, terminamos segundos, lo cual es todo un éxito y nos jugaremos el posible ascenso a división de honor contra UniOvi, Pablo Morán y Mieres después de un parón.
Recibimos en Trevías al buen conjunto del Ensidesa C. Las partidas fueron peleadas y al final los visitantes se llevaron la victoria por 2-4.
En la 1, Alfonso de blancas jugó una apertura tranquila desarrollando el alfil por g2, enrocando en corto pronto y luego haciendo e4 en el centro del tablero. La estructura se asemejó a una francesa y el negro pronto utilizó la columna “c” abierta para coordinar dama, torre y caballo contra el punto c2. Tras cambiarse las damas en posición aún de principio del medio juego, se firmó el empate. Peque, en la dos, jugó algo parecido a una semieslava y tras la apertura, aunque el blanco tenía buenas piezas, el negro no parecía correr mucho peligro. Pero Pedro colocó sus piezas poco a poco mirando al enroque negro, mientras que Peque no logró conseguir contra juego en el flanco de dama. En posición peor y pasiva, el blanco sacrificó una pieza para abrir el enroque y dio mate al rey negro en f6, ganando el punto para los visitantes.
Maikel, de blancas, jugó contra un Benko y la partida fue bastante temática en su primera fase. Pero tras el cambio de damas, nuestro jugador perdió el peón de e4 (que restauraba el material tras el gambito inicial del negro) y a partir de ahí tuvo que sufrir. Las torres y el caballo negros eran más activos y pronto se cambiaron los peones de a y b blancos por el de “c” negro, y un par de torres abandonaron el tablero. En un final con peón de menos, el negro maniobró con su torre y caballo y capturó otro peón en d5. Maikel siguió peleando, se cambiaron las torres y en el final de caballos, con dos peones de menos, cuando los peones llegaron a la tercera fila, nuestro jugador se rindió en posición desesperada. Raúl jugó contra una inglesa de Emiliano y en la jugada 9 ya se habían cambiado dos piezas menores por bando y las damas. Poco después, además, el blanco cambió su alfil por el caballo de Raúl y apenas en la jugada 12 tenían en el tablero un final de dos torres y alfiles de igual color por bando (+ 7 peones). Por la columna abierta “d”, se cambiaron todas las torres y se llegó a un final de alfiles igualado, pero que se jugó un montón de jugadas. Raúl intentó y consiguió liar la posición creando dos peones en “a” pasados que dejaron al rey blanco acorralado en a1, pero en el otro flanco Emiliano tenía contra juego. Al final con una buena maniobra, el blanco sacrificó un peón y su alfil para quedar ahogado y conseguir el empate.
Cabanas jugó contra una francesa en la que ambos jugadores sacaron sus piezas sin mayores problemas. El blanco coordinó sus caballos y colocó uno en f5 tratando de atacar, pero Luis Emilio estaba sólido y dobló sus torres en la columna abierta “e”. Nuestro jugador quiso atacar primero por un flanco y luego por el otro, pero se fue creando debilidades que terminaron por costarle el importante peón central de d4 y luego otro en c5. El negro tenía dos peones de ventaja, mejor estructura de peones y mejores piezas, así que poco a poco mejoró su posición, ganó un tercer peón y al final, en posición muy mala, nuestro jugador perdió la dama y la partida. Edu, de negras otra vez, jugó contra otra inglesa y aunque intentó relativamente pronto atacar, el blanco sacó todas sus piezas bien y se defendió sin problemas. Tras un cambio de caballos, el blanco cambió también un par de alfiles y las damas, en una posición nivelada. Se cambiaron poco más tarde los alfiles y los últimos caballos, llegándose a un final de dos torres y siete peones por bando. Parecía complicado progresar, pero el negro penetró con las torres en la tercera y tocó varios peones, pero su rival defendió bien y no parecía fácil progresar. Andrés creó un peón pasado en “h”, pero lo avanzó demasiado y Edu volvió con sus torres y tras ganar un peón y cambiar un par de torres, logró comérselo también. Pero los finales de torres no son fáciles, la torre blanca restante se infiltró en la séptima y octavas filas y mantuvo al rey y torres negras atadas a la defensa. Tras muchas jugadas, por fin nuestro jugador encontró un buen plan, entregó el peón de f5 pero consiguió crear uno pasado en “a”, que fue avanzando junto al rey. Cuando llegó a la segunda fila, y ante la inevitable promoción, el jugador visitante tuvo que abandonar.
El ajedrez es complicado, mucha pelea pero caímos derrotados. Ahora trataremos de no descender, nos queda una mini liga contra Antonio Rico C, Pablo Morán B y Alfil B. ¡Suerte!
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