Ya estamos en Abril y aunque parece que la primavera se resiste a llegar, se disputó la ronda 8 del Cto. De Asturias por Equipos el sábado 7. Nuestros dos equipos jugaban en casa, y lo hicimos en la Biblioteca del Colegio San Miguel, ya que en el club no hay espacio suficiente. Agradecemos desde aquí a los dirigentes del Colegio permitirnos utilizar las instalaciones una vez más y a también a Luis, que nos ayudó a solucionar un problemilla en las horas previas al encuentro.
En los tableros, recibimos a los 2 equipos del Pablo Morán, de Oviedo, que nos ganaron en ambas divisiones.
Por si hay algún despistado, los Dragones finalizaron segundos la liga regular, y ahora se juegan tres rondas más contra los equipos clasificados del 1 al 4 para dilucidar las 2 plazas de ascenso a división de honor. Las puntuaciones se “resetearon” y sólo se tienen en cuenta los resultados obtenidos entre dichos equipos, es decir, Uniovi parte con 6 puntos, Valdesva, Mieres y Pablo Morán con 2.
Balboa de negras jugó un esquema indio de rey mientras el blanco ocupó rápido todo el centro y tras algunas maniobras de piezas, se enrocó en largo. El negro jugó la temática ruptura en f5, pero no tenía contra juego en el flanco de dama y el blanco llevó su peón de h hasta el fianchetto negro y comió en g6. La posición negra era bastante mala, ya que el ataque blanco parecía peligroso, pero además la torre clavó a la dama y al rey y Luis perdió su dama. A partir de ahí siguió jugando muchas jugadas, pero una dama es mucha ventaja y Casocobos siguió atacando, ganó algunos peones y con mate inevitable en pocas jugadas, obligó a Balboa a rendirse. Abel jugó contra otra india de rey y pronto se produjo la típica posición con el centro cerrado, dónde el negro ataca por el flanco de rey y el blanco se expande por el de dama. Se abrió la columna “c” y a continuación el negro hizo gxf3 y Cg4 para atacar al enroque blanco. Entonces Abel sacrificó una calidad y ganó un peón. Manuel Alejandro a las dos jugadas la devolvió, pero se quedó con una dama activa, que junto al caballo y la torre parecían peligrosos. Nuestro jugador intentó activar también su caballo, y lo llevó a e6 tras las líneas enemigas, pero le faltaba apoyo. Por la columna “h”, la torre negra se infiltró en la primera fila blanca y el jugador visitante coordinó dama y caballo con efectos devastadores contra el rey blanco. Con el caballo en el aire y múltiples amenazas, Abel tuvo que inclinar su rey.
Quedaban Pablo y Martien, que casi siempre tienen que sufrir hasta el final. Pablo jugaba contra una Pirc bastante convencional, dónde el blanco se quedó con el centro pero el negro estaba sólido. Ambos bandos sacaron sus piezas y enrocaron pronto. El negro ganó espacio en el flanco de rey y parecía tener buena posición, mientras que Pablo abrió la columna “a” y creo contra juego en el centro. Se abrieron las columnas “c” y “d”, se cambiaron damas y el blanco ganó un peón. Pero José Alberto tenía pareja de alfiles y buenas piezas, así que tuvo siempre como mínimo compensación. Las torres negras quisieron entrar en segunda, pero Pablo logró cambiar un par de ellas, aunque se quedó con un torpe alfil de casillas claras. Con poco tiempo de ambos jugadores, Cuevas recuperó el peón pero se llegó a un final igualado de torres con 4 peones en el flanco de rey y se firmaron las tablas. Martien, de negras, jugaba contra Berna una india de dama que el blanco inició algo mejor. Se cambiaron un par de alfiles y de caballos, pero nuestro jugador tenía un caballo aún en b8 y sin mucho futuro. Berna coordinó sus torres en el centro y ganó espacio, manteniendo su ventaja. Martien ya no estaba sobrado de tiempo y su posición era complicada, pero consiguió cambiar damas y lograr algo de contra juego al poder jugar con el famoso caballo de b8. Entonces sacrificó dos piezas por una torre y se inició una dura pelea con poco tiempo para ambos jugadores. El blanco siempre tuvo ventaja, pero no era sencillo ya que las torres negras estaban muy activas y el alfil y el caballo blancos no encontraban acomodo. Tras muchas, muchas jugadas, Berna ganó un peón y cambió torres, para llegar a un final de dos peones blancos junto a caballo y alfil, contra un peón y torre negros. Pero Martien perdió su peón limpio y los dos peones blancos unidos eran demasiado, así que casi en la jugada 90, Hellinga abandonó. ¡Gran pelea!
Dura ronda, pero esto sigue, el próximo sábado nos visita el Mieres, también en Trevías.
Los nuestros están luchando por la permanencia en la 1ª división de filiales, partimos con 4 puntos, igual que Pablo Morán B y Antonio Rico C, mientras que el Alfil B parte con 0.
Ante los ovetenses, derrota abultada para la manada, quizás algo excesiva por lo visto en los tableros, pero así es el ajedrez y a veces parece que poco sale bien, ¡a seguir!
Óscar se enfrentó a Fanjul, que está demasiado abajo en el ranking para su nivel y le tocó sufrir. Jugó contra una apertura de dama y no hizo mal las primeras jugadas, se enrocó y sacó sus piezas bien, pero comenzando el medio juego se dejó un doble con un peón y perdió una pieza. Se cambiaron las damas y Óscar calculó mal y perdió otro caballo. Con dos piezas de menos, las torres blancas penetraron en la séptima y dieron mate al rey negro. Alfonso se enfrentó a una Alekhine y sacó sus piezas de forma tranquila, incluyendo el alfil por g2. El blanco ganó espacio en el flanco de dama y se cambiaron un par de piezas menores, en una partida equilibrada. Se cambiaron alfiles y las piezas mayores tomaron el protagonismo, ya que la acción se concentró en las columnas “a” y “b” con las torres de ambos jugadores. Perfecto llevó su caballo hasta e3, mientras que el de Alfonso se quedó muy pasivo en g1. El negro ganó un peón y tras cambiar un par de torres, consiguió otro más. La posición parecía bastante mala para el blanco, que aún así no defendió de la mejor forma y con una buena táctica final, el negro ganó la partida sacrificando una torre por mate.
Maikel jugó con las piezas negras una siciliana cerrada por parte de su rival y pronto se quedó con más espacio en el centro. Quizás debió sacar antes su alfil de casillas blancas, pero decidió cerrar el centro, cambiar un par de caballos y ganar espacio en el flanco de dama. En una secuencia táctica que inició Maikel, el negro perdió un peón y luego otro. A continuación nuestro jugador recuperó uno de ellos, pero el otro era un peligroso peón pasado en c6. El negro intentó activarse con la dama y el alfil, pero ese peón era un quebradero de cabeza. Su rival coordinó dama, torre y alfil para apoyarlo y poco después lo avanzó hasta c7. Con todas las piezas del negro atadas, se cambiaron las damas, el blanco ganó la calidad y con el peón aún en c7 amenazando con promocionar en pocas, Maikel tuvo que abandonar. José Manuel, en la 3, jugó bastante buena partida contra una escandinava. Se quedó con el peón aislado en d4, pero buenas piezas y tras un par de cambios de piezas menores, el negro también puso su peón en d5, en una estructura simétrica. La partida parecía igualada, pero José Manuel vio una buena táctica y ganó un peón en f7. Luego ganó otro más, pero las torres negras se centralizaron y el negro recuperó un peón de vuelta. Nuestro jugador tenía ventaja, pero cambió las damas y todas las torres y en un final de alfil contra caballo, Vallina recuperó el peón de menos que tenía y pasó a tener incluso mejor posición. El jugador visitante evaluó muy bien el final de reyes viendo que ganaba, así que cambió el alfil por el caballo y movilizó su dos contra uno en el flanco de dama. Esto obligó al blanco a perder un peón y a tener que irse a comer el de “a”, mientras que el rey negro fue al flanco de rey. Tras comerse los peones, el negro coronaba su peón restante de “g” y eso le dio el punto entero para los visitantes. Una pena, ¡a continuar peleando!
Cabanas, de blancas, jugó tímido la apertura, como es costumbre, y se quedó con poco espacio, pero sacó sus piezas y la partida estaba equilibrada. Se cambiaron un par de piezas menores y un par de torres y aunque el blanco tenía un peón débil aislado en d3, sus piezas estaban activas y la partida no tenía dominador claro. Pero entonces Cabanas puso su dama en la misma diagonal que un alfil enemigo y la dejó ahí unas cuantas jugadas, estando sólo un caballo negro por el medio. Así pues, como era previsible, el negro en un momento dado quitó ese caballo amenazando la dama y una pieza, por lo que nuestro jugador perdió un alfil. Se cambiaron las damas y se llegó a un final de torre blanca contra torre y caballo negros. Cabanas lo intentó, pero perdió varios peones y al forzar el negro el cambio de torres, sólo con el rey y un peón blancos en el tablero, abandonó en posición perdida. Sólo quedaba Raúl para salvar el “honor”. Jugó contra una inglesa en la que sacó su alfil de casillas blancas por b7. Aún sin enrocar ningún jugador, se cambiaron un par de piezas menores y finalmente el rey negro se quedó en f8 sin enrocar, tras un jaque de un alfil rival. El blanco poco después se enrocó en largo. Ningún jugador parecía tener plan claro, pero Raúl sacrificó el peón de “b” para luego atacar con la torre por esa línea. El ataque parecía algo estático, ya que las piezas negras no estaban cerca del flanco de dama y las blancas se concentraban en defender más que nada. Tras un error de Maxi, Raúl ganó una calidad y recuperó poco después un peón, manteniendo una buena posición. Raúl logró cambiar el alfil por su caballo y luego un par de torres, y con una dama muy activa, ganó otro peón. Su posición era ganadora, pero se lió y permitió contra juego a la dama negra, que increíblemente ganó la torre limpia negra. Con los reyes muy expuestos, el blanco dio continuo y se firmaron las tablas.
Derrota clara, pero quizás algo abultada, en algunas partidas creo que pudimos puntuar algo más. Esto sigue y el próximo sábado recibimos al Antonio Rico C en Trevías.
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