CAMPEONATO DE ASTURIAS POR EQUIPOS 2021
RONDA 1
Temporada muy extraña, varios equipos no se federaron y ojalá vuelvan pronto (SJB, Al Paso, Escaque19, Candás, Gradense), se les echa en falta. Además, debido a los protocolos y a la falta de espacio en los locales, tampoco se apuntaron el número de filiales habituales, así que la segunda categoría quedó reducida a tan sólo 8 equipos cuando en 2019, pre pandemia, había 23 equipos.
En el Valdesva, gracias al Círculo Liceo que nos cede sus magnificas instalaciones y al ánimo de muchos jugadores, mantenemos nuestros dos equipos: “Dragones” en 1ª categoría de equipos matrices y “Lobos”, que ascendieron en los “despachos” dos categorías y compiten en División de Honor de Filiales (DHF en adelante).
En la ronda 1, victoria de los Dragones y valioso empate de los Lobos.
Cabanas hizo tablas y Fran perdió (aunque aún no tuvimos acceso a sus partidas). Marcos F., de negras, jugó contra una escocesa y en plena apertura la partida ya se complicó mucho para ambos jugadores al entrar en una fase bastante táctica. El negro quiso atacar el enroque corto blanco y lo consiguió, pero Vallina reaccionó con un buen sacrificio de pieza en f7 y activó su dama con una serie de jaques. La posición del blanco era mejor, pero en las complicaciones Marcos encontró una brillante jugada defensiva (Ta7) dio la vuelta a la partida. El negro activó sus alfiles y siguió atacando hasta ganar una pieza y obligó a su rival a rendirse en posición desesperada.
Rufo, en el primer tablero jugó de blancas algo que se convirtió pronto en una estructura Maroczy para las blancas, contra un tipo “erizo” de las negras, aunque el peón de d7 no se movió durante gran parte de la partida. Esto dio opciones a Rufino de apretar, y tras un e5 que abrió diagonales, se cambiaron las damas y la posición se equilibró casi del todo. Se fueron cambiado las piezas menores y también se cambiaron un par de torres casi a continuación, para llegar a un final de torres junto a 6 peones por lado. La partida estaba igualada, pero el negro propuso un cambio de torres y se llegó al final de peones y reyes, que bien jugado deberían de ser tablas. Pero en un momento dado, Rufino calculó mal y dejó un peón pasado alejado, que le terminó por costar la partida. Una pena, pero así es el ajedrez.
Al final un empate que es muy buen resultado vistos los dos equipos, pero que nos deja con la sensación de que se pudo ganar. ¡A aprender y a seguir! En la próxima ronda los Lobos viajarán a Oviedo para medirse al Ciudad Naranco B
Para empezar, viaje al oriente, a Llanes, de los Dragones, que vencieron claramente al equipo local, que no dispuso de varios de sus jugadores importantes.
Pablo ganó a Miguel Ángel en una caro kann tranquila en la apertura, pero justo al comienzo del medio juego, el negro ganó un peón y el blanco sacrificó una calidad, pero no tenía compensación alguna, ya que las piezas negras estaban muy activas. La primera fila blanca era débil y con la dama, una torre y el caballo, el negro remató la partida sin muchos problemas. A los pocos minutos terminó Eduardo, también con victoria. De negras, ante una italiana de Iñigo, el negro se quedó un poco peor, pero nada reseñable y aunque el centro estaba bloqueado, Edu mantuvo la pareja de alfiles, tras el cambio de un par de caballos negros por caballo y alfil blancos. La posición estuvo bastantes movimientos nivelada, aunque tras una buena celada, el negro ganó una torre limpia. A partir de ahí fue todo más sencillo, Edu ganó luego dos piezas por torre, quedándose con dos alfiles de ventaja. Al final, con la dama, consiguió dar mate.
En el tablero 6, Eliseo jugó sus esquemas de dama y pronto se expandió ganando espacio en el ala de dama. Javier a su vez bloqueó la estructura totalmente en esa parte del tablero y la acción se trasladó al centro, dónde se abrió la posición con un e5 del negro que fue respondido por un e4 de Eliseo, provocando varios cambios de peones y de piezas menores. Eliseo centralizó su dama y sus torres y con mejor posición, Javier cometió un error muy grave que le hizo perder una torre con mate del pasillo a la siguiente y tuvo que rendirse. Aparicio, que debutaba en partida lenta con el Valdesva, jugó contra la inglesa de Celestino dónde en plena apertura se cambiaron las damas y se llegó a un final de dos torres, caballo y alfil por jugador, dónde quizás estuviera un poco mejor el blanco. Pero Enrique jugó mejor sus piezas, activando antes que el jugador de blancas las torres y eso le hizo ganar la iniciativa. El rey blanco comenzó entonces una marcha desde d2 que le acabó llevando hasta h4, dónde corría mucho peligro. Y tanto fue así que, tras atraerle aún más, hasta h5, el negro consiguió darle mate con el alfil y rodeado de peones propios y ajenos.
Con el encuentro decantado por nuestra parte, restaban dos partidas. Abel en el tablero dos había jugado con blancas contra una india de rey y tenía posición cómoda, pero quizás arriesgó demasiado enrocando en largo y dio opciones su rival. No obstante, su posición no parecía inferior, pero el negro realizó unas cuantas jugadas precisas y utilizando su pareja de alfiles, su torre y su dama, montó un ataque en el flanco de dama. Tras un gran sacrificio de torre, extrajo al rey hasta a3, dónde corría mucho peligro ya que estaba “bajo fuego cruzado”. Abel intentó defenderse, pero las piezas negras eran muy activas y a pocas jugadas de recibir mate, tuvo que abandonar. Restaba Marcos G., que también debutaba en partida lenta con el Valdesva en el día de su cumpleaños. ¡Felicidades! Jugó con las piezas blancas una siciliana dónde se quedó pronto con el centro y también con la pareja de alfiles. Moaz no obstante consiguió completar el desarrollo y nivelar la partida al comienzo del medio juego. El blanco “triplicó” piezas mayores en la columna “c” y obligó a su rival a hacer jugadas pasivas. No obstante Marcos no consiguió mucho y terminaron por cambiarse un par de torres y las damas, para llegar a un final de torre y alfil contra torre y alfil (y seis peones por jugador). Marcos lo siguió intentando, activó su rey y avanzó sus peones en el centro, manteniendo la presión con su torre más activa hasta que consiguió cambiar alfiles y ganar un peón. Ambos jugadores tenían pocos minutos en el reloj y cuando parecía que el final de torres iba “para largo”, Moaz cometió un error de cálculo, perdió la torre limpia y tuvo que rendirse.
Buen día de ajedrez y de equipo para los dragones, que se trajeron los puntos en juego además de vuelta a casa. En la siguiente ronda recibimos al Ateneo Obrero 1881 A en Valdés.
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