Se inició el pasado sábado el tramo final de la competición por equipos de ajedrez en Asturias en esta edición de 2023. Tras los resultados de la liga regular y en función de la clasificación, los equipos se agrupan ahora en dos grupos de 4: ascenso y permanencia. Dentro de cada grupo, se juega una liga a 1 vuelta (3 encuentros más) para definir finalmente la clasificación final. En los grupos de “ascenso”, los dos primeros ascienden a la siguiente división y en los grupos de “permanencia” los dos últimos descienden de división. En división de honor, el ganador del grupo de “ascenso” se considera nuevo campeón de Asturias.
Mirando a nuestro club, los dragones habían finalizado primeros en la liga regular y partían en muy buena disposición para lograr el ascenso. Tras los resultados de esta jornada, podemos decir que matemáticamente jugaremos en la máxima división del ajedrez asturiano la próxima temporada. ¡Aúpa Alfonso, Aúpa Alberto y Aúpa Valdesva!
Recibimos en casa al Escaque19, que había conseguido su objetivo principal que era la permanencia y aunque varias partidas estuvieron igualadas, al final cayeron de nuestro lado y ganamos claramente el encuentro.
José Alberto de blancas jugó su inglesa y apenas en la jugada 7, Diego tuvo un despiste grande y perdió un alfil en una jugada. Esto condicionó el resto de la partida, que se jugó a mucha velocidad por ambos jugadores. Al comienzo del medio juego, el negro perdió además un caballo y poco después un par de peones. Cuando el blanco coordinó sus piezas menores y logró el cambio de damas, Diego se rindió con mucho material de desventaja. Chuso, de negras en la cuatro jugó su siciliana contra Iván. El jugador visitante realizó correctamente la apertura llegándose a una posición de medio juego muy equilibrada. Tras varios cambios de piezas menores, Chuso se quedó con un caballo y el blanco con un alfil. El negro situó sus piezas mayores en la columna “c”, que estaba semiabierta, y controlaba el centro con sus peones colgantes de “e” y “d”. El blanco estaba algo pasivo, pero sólido. Nuestro jugador sólo pudo conseguir ventaja tras el cambio de damas, ya que los peones centrales fueron avanzando e Iván tuvo que sacrificar el alfil a cambio de dos peones. Con caballo de ventaja, aunque el blanco dobló torres en la séptima fila, Jesús defendió correctamente y cuando consiguió cambiar un par de torres, ganó la partida.
En la ultima mesa, Balboa de negras jugó su eslava y pronto capturó el peón de c4 que se entrega en estas líneas. Y luego se aferró a él gran parte de la apertura. David rechazó con buen criterio el cambio de damas y se enrocó, mientras que el negro iba algo retrasado en el desarrollo. Gracias a la mayor actividad, el blanco forzó ahora sí el cambio de damas en condiciones favorables y recuperó el peón, aunque Luis se quedó con pareja de alfiles y unos peones adelantados en “c4 y b4” que eran muy peligrosos. Con ventaja, Balboa no jugó preciso y aunque se quedó con un peón pasado en “c3”, era muy difícil de avanzar. David cambió los alfiles de casillas oscuras y con sus torres y caballo bloqueó a dicho peón. Con la posición bastante cerrada y sin grandes perspectivas para ninguno de poder progresar, se firmó el empate. En la mesa de al lado, Fernando Fabián jugó su española y Miguel Ángel, su rival, optó por la defensa Breyer. Pero tras un rápido a4 del blanco, el negro pareció no encontrar el plan y se quedó con el alfil en b7 y el caballo en b6 sin mucho juego en el flanco de dama. Mientras tanto, nuestro jugador transportó su caballo desde b1 hasta h6 en una ruta larga y atacó con sus alfiles y luego con una torre. Gracias a toda esa presión, ganó el peón de f7 y tras un “molino” de jaques a la descubierta con el caballo, ganó hasta 3 peones. Con la posición totalmente controlada, material de más, pareja de alfiles y el rey negro muy vulnerable, Fernando siguió jugando bien. Llevó la dama hasta la séptima fila y con mate inevitable en dos jugadas, Miguel Ángel abandonó.
El encuentro ya estaba ganado y el ascenso conseguido, aunque restaban aún las dos primeras mesas. Aparicio de blancas jugó una apertura alocada – para variar – y pronto sacrificó un peón que fue aceptado por Ponce. El blanco tiró hacia adelante los peones de h y g y dejó al rey negro sin poder enrocarse tras capturar un peón a su homólogo de f7 con jaque. La posición era muy dinámica y el blanco consiguió enrocarse en largo y con un muy buen sacrificio ganó los dos peones restantes del enroque negro. Por su contra, Luis Miguel avanzó con sus peones del flanco de dama y dejó atrapado un alfil en b3 blanco. Pero la inseguridad del rey negro era total y Aparicio siguió golpeando, sacrificando otro peón en el centro para abrir líneas y luego cambiando las dos torres blancas por la dama negra. Con poco tiempo en el reloj y el rey muy vulnerable, era muy complicado encontrar jugadas. De hecho, Ponce iba a perder otra pieza al menos y se rindió en posición muy mala. Quedaba Manuel Alejandro que jugaba con negras contra la inglesa de Mario Larrea. El blanco sacó ambos alfiles por los fianchettos y enrocó en corto, obteniendo algo de ventaja de espacio en el centro del tablero. El negro desarrolló bien también y aunque tenía algo menos de espacio, parecía estar tranquilo. Tras unos cambios de peones, M.A. se quedó con un peón pasado en d5, pero tardó aún muchas jugadas en poder avanzarlo, mientras cambiaba de diagonal con sus alfiles para hacerlos más efectivos. Larrea nunca le perdió la cara a la partida que siempre estuvo bastante igualada. Tras bastantes maniobras, se cambiaron un par de alfiles y las damas, para llegar a un final de dos torres, alfil y caballo por cada jugador + 5 peones. Nuestro jugador tenía menos de 10 minutos ya y la posición seguía igualada e incierta. Tras cambiarse los caballos y un par de torres, el negro consiguió dos peones pasados, aunque estaban aislados y eran difíciles de avanzar. El alfil y la torre del blanco los controlaban y no parecía sencillo progresar. Tras más de 50 jugadas, Larrea tuvo un despiste táctico y se dejó el alfil tras un jaque y tuvo que abandonar. ¡Muy buena pelea!
Con esta victoria, sumada a la victoria del Mieres, conseguimos matemáticamente el ascenso a división de honor. Para nosotros, siempre lo digo, es un lujo poder estar entre los 8 mejores clubes de la región. A disfrutarlo y el año que viene a aprender, competir y divertirse. ¡Aúpa dragones!
Tras la fase regular, los lobos finalizaron en 5ª posición. Tiene ahora tres rondas por delante para tratar de salvar la categoría y permanecer en división de honor de filiales. Aunque están bien situados con bastantes puntos, no será fácil. Este pasado sábado visitaron al equipo del Ateneo Obrero 1881 B, en una ronda excepcionalmente mala desde antes de empezar. Y es que cuando llegaron al lugar de juego, el equipo local no disponía de tableros para la disputa del encuentro. Incluso uno de los nuestros utilizó su vehículo para ir a buscar otros junto a jugador local. Entre tanto, algunas mesas se pusieron en juego, mientras otras no y al final la ronda comenzó bien pasadas las 17:00hs para varios de los nuestros, en unos tableros “de aquella manera” y sin ni siquiera pedir disculpas. En una competición federada hay cosas que no deberían de suceder. A los Lobos también les toca aprender de estas cosas.
El resultado NO tiene nada que ver, pero todas estas circunstancias condicionan seguramente a todos los jugadores, locales y visitantes. Estuvo igualado y al final perdimos por la mínima. Haciendo la excepción, haré un breve comentario de las partidas, pero lo ajedrecístico quedó en tercer plano el pasado sábado en Gijón. El único que ganó fue Raúl, en una partida muy igualada. En el medio juego el blanco entregó una pieza a cambio de tres peones que no parecían suficientes. Su rival se la devolvió poco tiempo después y se llegó a un final de damas igualado, pero Ángel ofreció un cambio de damas pensando que coronaba y el rey de Raúl controlaba la promoción de dicho peón, mientras que el rey negro no podía parar el peón pasado de “a” y el punto subió a nuestro casillero. Perdieron Mario y Fran en las últimas mesas. Fran jugó lo que se asimiló a una estructura española a las pocas jugadas con blancas y siempre tuvo el control de la partida. Tras abrirse el centro, tenía una gran ventaja y cuando iba a ganar una pieza, perdió la concentración por lo que sucedía en otras mesas y en lugar de eso, la pieza la perdió él. Con alfil de ventaja, Laura jugó muy bien y no le dejó ninguna opción. Con negras Mario no jugó bien la apertura y perdió bastantes tiempos, pero aún así, sobrevivió hasta el medio juego y su posición era sólo un poco inferior. Pero tras infiltrase un caballo blanco hasta f7, en un despiste perdió la dama en una jugada y tuvo que abandonar.
Las otras tres partidas terminaron en empate. José jugó bien su defensa india de rey en la que ambos jugadores sacaron sus piezas menores y enrocaron en corto. La acción pasó al flanco de dama y tras cambiarse las damas, en una posición muy equilibrada, se firmó el empate. Edu jugó de uno una holandesa y lo hizo de forma correcta, aunque pronto el blanco consiguió ligera ventaja y parecía tener más claros los planes a realizar. Se cambiaron todos los caballos y un par de alfiles y, aunque el rey negro aún estaba en e8, parecía que lo peor para el negro había pasado. Se llegó poco más tarde a un final de torres con mucha presión sobre el punto h7 por parte de su rival y Edu sólo podía hacer que defender. Al final en posición ventajosa para las blancas, se acordó el empate. Madera en la dos jugaba en un tablero impropio y tras la apertura ganó una pieza. Lo que pasa que su rey estaba en el centro y no consiguió ponerlo a salvo, hasta el punto que fue moviéndolo hasta que llego a la casilla c5 en una larga peregrinación para evitar los jaques de su rival. Con posición incierta, ya que el blanco tenía material de más pero un rey muy en peligro, se firmó el empate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
comenta la jugada