La Quinta ronda, en contra del dicho popular, fue mala para el Valdesva. Ambos equipos perdieron sus encuentros, pero bueno, aún queda competición por delante y lo más importante es pasarlo bien jugando al ajedrez.
Recibimos en Trevías al gran equipo de la Universidad de Oviedo, que llevaban pleno de victorias y que nos ganaron 2-4 bastante justamente.
Chuso perdió pronto. Jugó contra la Pirc de Bazán y pronto se dejó dos peones, el de e4 y el de g2, con unos jaques de dama bastante conocidos en este tipo de posiciones. A partir de ahí trató de atacar con las piezas y consiguió quitarle el derecho el enroque a su rival, pero no parecía que tenía gran compensación y abandonó. Cabanas debutaba con los Dragones y tuvo un duro rival en Valledor, que se desplazó hasta Trevías con su padre a jugar, ¡mucho mérito!. Nuestro jugador realizó bien la apertura, siempre se queda apretado de espacio, pero estaba sólido, al igual que el blanco, que tampoco realizó nada dramático en el comienzo. Tras una buena táctica, el blanco ganó primero una pieza y justo a continuación una calidad, quedando con torre de ventaja por dos peones. Aún así Cabanas siguió luchando y consiguió incluso romper la estructura de peones del enroque blanco y atacar, con un gran caballo en f4. Pero una torre se nota mucho, Valledor defendió primero a su rey y luego se infiltró por la columna “b” con las torres, las dobló en séptima y ganó la partida.
En la 2, Martien de negras jugó una especie de angloindia en la que el blanco ganó pronto espacio en el centro con e5. Martien reaccionó pronto sacrificando el peón de b5 por el de e5, pero Ander, de seguido, sacrificó el de e4 por el de d6 y ganó la pareja de alfiles por el camino. Las piezas blancas estaban muy activas y Martien tuvo que cambiar su último alfil por el caballo blanco. En posición muy abierta los alfiles son muy activos y Ander presionó con todo el débil peón de c5 para acabar comiéndoselo (con muchos cambios a su vez). Se llegó a un final de alfil blanco y peón extra contra caballo negro, en el que Martien, a pesar de luchar, no pudo hacer mucho. El rey blanco se activó hasta a6, ató al caballo negro y fue avanzando “a” y “b”. Llegado un momento, el rey se fue al otro flanco se comió un peón negro y con un buen remate final, el jugador visitante se llevó el punto entero. Casi a la vez, Santi acabó su partida, en tablas. Jugó contra la siciliana de Roiz en una partida muy estratégica, de movimientos lentos, mucho reagrupar torres, rutas largas de caballos, pero sin cambios de ningún tipo hasta más allá de la jugada 20 (sólo el inicial del peón “c” negro por el de “d” blanco). Tras cambiarse, ¡por fin!, un par de caballos blancos por alfil y caballos negros, en posición incierta e igualada y en apuros de tiempos de ambos jugadores, se firmó el empate.
Abel, de negras, jugó una apertura irregular contra una especie de ataque indio de rey de Néstor. En pleno desarrollo, el blanco abrió el centro, se cambiaron las damas, pero el rey negro no estaba seguro y perdió su derecho al enroque. Abel se mantuvo tranquilo, cambió varias piezas menores y trató de sacar sus piezas del flanco de dama, aunque el blanco seguía con ventaja. Consiguió cambiar un par de torres y se llegó a un final de torre y alfil de igual color por bando, dónde Néstor ganó un peón, que Abel aprovechó para activar su torre. Se cambiaron los alfiles y quedó un final de torres de 3 contra 2 en el flanco de rey. Néstor lo intentó, pero Abel defendió correctamente y consiguió las tablas. Para variar, el último en terminar fue Pablo, que jugó contra una siciliana Paulsen de Nathaniel. Tras un desarrollo normal, nuestro jugador jugó un pseudosacrificio en d5, que fue aceptado, pero a las pocas jugadas el negro devolvió la pieza, cambiándose damas y se comió un peón en c2. Pero el blanco tenía compensación, pareja de alfiles y torres activas, que creaban amenazas contra el rey del negro, que seguía en la casilla inicial. En un error de cálculo, Nathaniel movió el rey a un lugar errado y tras una secuencia táctica Pablo ganó un caballo. La posición no era sencilla, pero tras cambiarse un par de torres, nuestro jugador se complicó y realizó unas cuantas jugadas poco exactas, que le ocasionaron problemas a pesar de las pocas piezas que aún quedaban en el tablero. Por fin, tras maniobrar, consiguió cambiar las torres y con un alfil de ventaja sí consiguió ya ganar la partida. Nada es fácil en ajedrez, siempre hay que sufrir.
A final derrota, pero peleamos. El próximo sábado recibimos en Trevías al Ateneo Obrero 1881, segunda ronda consecutiva en casa.
Si la semana pasada los dragones viajaron a la cuenca minera, esta vez les tocó a los Lobos visitar el mismo local y aunque creo que merecieron algo más, al final perdieron 4.5-1.5 ante el Mieres “B”
Alfonso jugó contra una inglesa pero pronto se encontró incómodo, tuvo que volver con el caballo a g8 desde f6 de vuelta y no pareció nunca encontrar el sitio bueno para sus piezas en las primeras jugadas. El blanco jugó un gran golpe táctico sacrificando un caballo en f7 que no se podía comer y eso le costó la dama a Alfonso. Nuestro presi peleó unas cuantas jugadas más, pero no consiguió mucho contrajuego. En cuanto el blanco se organizó y consiguió atacar, el negro no pudo resistir y tuvo que abandonar. Peque jugó contra una Caro-Kann que parecía tranquila, pero pronto el blanco ganó espacio en el flanco de rey con intenciones de ataque. En un error garrafal, el blanco permitió un mate en 3, que increíblemente no fue visto por su rival y la partida continuó. El blanco se enrocó en largo y atacó con el peón de “g” y “h” abriendo el flanco de rey rival, ya que el rey de Álvaro estaba aún en el centro. El blanco estaba mejor, con una torre en la octava clavando al caballo rival y atacando al rey desprotegido con la dama, aunque el jugador local resistió bastantes jugadas. Al final, el negro tenía todas las piezas atadas, perdió un peón y a la siguiente el blanco le iba a dar mate en pocas, así que nuestro jugador consiguió la única victoria del equipo a la postre.
Maikel, de negras, jugó contra d4 y realizó una buena apertura (y buena partida también). Pronto se cambiaron tres pares de piezas menores, quedando en el tablero los alfiles de casillas blancas y todas las piezas mayores, además de 6 peones por bando. Entonces nuestro jugador ganó un peón, poco después cambió un par de torres y ganó un segundo peón. Maniobró con su alfil hasta que lo cambió y luego también la dama, llegando a un final de torres con los dos peones de ventaja y “a,b y c” pasados. Como a veces pasa, las partidas favorables son las más difíciles de ganar y éste es un caso. Nuestro jugador se fue complicando y terminó por perder el peón de “c”, luego justo entregó el de “b” y finalizó por perder el de “a” también. De cualquier forma, el rey blanco estaba lejos del flanco de rey y se fueron cambiando muchos peones hasta que Faustino se quedó sólo con el de “h” y el negro sin ninguno. Todo parecía indicar que iban a ser tablas, pero increíblemente nuestro jugador se hizo un auto mate y perdió la partida. Una pena, a aprender y a seguir. Balboa jugó contra una moderna y pronto ganó espacio en el centro poniendo un gran centro de peones. Su posición estaba bien y consiguió un gran caballo en c5, que bloqueaba la columna abierta “c” y controlaba a las piezas negras. Juan Ramón abrió la columna “a”, pero no consiguió demasiado, mientras que Luis atacaba por el flanco de dama con f5 que abrió el enroque negro tras unos cuantos cambios en esa casilla. El blanco estaba mejor, pero Luis se precipitó al sacrificar una torre por el alfil de g7 y aunque dio algún jaque, creo que no fue la mejor decisión. La torre negra utilizó la columna “g” para coordinarse con la dama que vino por “a” y entre las dos piezas mataron al monarca blanco en h5. Una lástima.
Edu, de negras, jugó contra un sistema Londres y la partida estuvo equilibrada en la apertura. El blanco rompió la cadena de peones negra en c4 y cambio un par de piezas menores, conservando la pareja de alfiles. Pero Edu consiguió capturar el alfil de casillas negras con su caballo y se llegó a una posición con “h” y “a” semiabiertas para el blanco y con un alfil mejor que el de nuestro jugador. Tras el enroque largo blanco, se cambiaron los alfiles y poco después las damas, llegando a un final de 4 torres mejor para Ismael, torres más activas y un rey que consiguió ganar el peón de a5. Pero Eduardo siempre pelea, activó las torres y se infiltró en la segunda. Tras maniobras, se cambiaron las torres y aunque el blanco tenía un peón de ventaja, era doblado y no parecía obvio como ganar. Al final, el rey y torres negras se activaron, Edu primero recuperó el peón, sacrificó uno y combinando amenazas de mate creó problemas a un rey blanco en la primera fila cortado. Aún así, había pocos peones y probablemente la posición es de tablas. Al final se comieron todos los peones y se firmó el empate, ¡buena lucha! Eliseo jugó sus esquemas de dama y esta vez, sí se enrocó ya en la jugada 7. Se expandió en el centro, se cambiaron un par de piezas menores y con la torre, caballo, dama y alfil quisó atacar al rey enrocado negro. Tenía una muy buena jugada que le daba mucha ventaja, pero no la vió, cambió damas y poco después perdió un alfil al “autoclavarse” una torre. Con pieza de menos siguió peleando, colocó su torre en séptima y ganó un peón, pero no pudo atacar mucho más y poco a poco el negro mejoró su alfil y su torre. Al final, el negro llegó a la segunda fila, se comió el peón de f2 y con mate en pocas, nuestro jugador abandonó.
Vistas las partidas, merecimos sumar algún punto más, pero el ajedrez es complicado. La próxima ronda visita a Oviedo para medirse al Pablo Morán “B”, ¡Aúpa Valdesva!
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