CAMPEONATO DE ASTURIAS POR EQUIPOS 2023
RONDA 2; 25/02/2023
Nuevo sábado y nueva ronda de competición por escuadras de ajedrez en nuestra región. Resultados dispares para nuestros dos equipos, los Lobos vencieron claramente en casa al Ateneo Obrero 1881 B, mientras que los Dragones sufrieron una derrota por la mínima en Siero.
Recibimos en casa a conjunto del Ateneo Obrero 1881 B el pasado sábado, que por desgracia sólo vino a la cita con 5 jugadores. Esto hizo que Cabanas ganase el punto sin jugar, pero nunca es buena noticia no poder jugar una partida de ajedrez, que para eso participamos.
Fernando de uno jugó su española y Patricio se quedo algo mejor tras las primeras jugadas, aunque ambos jugadores desarrollaron sus piezas menores y enrocaron en corto. El blanco no parecía encontrar el plan claro y decidió ganar espacio en el flanco de dama, mientras que el negro llevó varias piezas al flanco de rey y avanzó su peón de h para atacar al rey rival. Pero tras unos cambios y llevar el negro su dama a c6, el blanco mejoró su posición. Cambió un par de torres por la columna d y activó su caballo a g5. Con ventaja, pero con partida por jugar el negro no vio jugada y se rindió, creo que prematuramente. Balboa en la 3 jugó con blancas su apertura de peón de dama y pronto Alberto ganó un peón en a3. El negro estaba mejor y aunque Balboa siempre compite, ya en el medio juego perdió también una calidad. Cuando parecía que tenía todo en contra, el negro no jugó bien con su dama y permitió ganar varios tiempos al blanco, que mejoró la posición de su caballo y terminó por recuperar la calidad y el peón de desventaja. Tras el cambio de damas y en un final equilibrado de torre y alfil por cada jugador, se firmó el empate.
Madera en la dos volvía a los tableros tras algunas temporadas de descanso. Jugó contra un clásico del ajedrez asturiano, Rubiera, que se quedó pronto con el centro y sacó todas sus piezas menores. Madera hizo lo propio en su propio “campo” y la partida fue de muchas maniobras y no se capturó ninguna pieza. Apenas en la jugada 20 con todo por determinar, se acordaron las tablas. De forma casi simultánea, terminó la partida de Mario. Con blancas jugó su apertura de peón de dama y se quedó con dos peones en c4 y c4 dominando el centro. El negro estaba bien, y tras un cambio de caballos en e4 ambos jugadores maniobraron con sus piezas pero más bien esperando un poco a ver que pasaba en la partida. Mario situó un caballo en e5 y lo cementó con f4. Leandro lo capturó poco después con su caballo y el blanco se quedó con una masa central de peones. En posición igualada y con todo por jugar, se acordó el empate.
Quedaba Raúl que debutaba en casa y jugó su francesa, ante la variante del cambio planteada por Jorge. El negro se quedó bien y pronto jugó su otro peón a c5 para desestabilizar el centro blanco. Se cambiaron damas en b3, doblando peones blancos y el negro sacó sus piezas y estaba cómodo en la partida. Nuestro jugador llevó un caballo a e4, lo apuntaló y terminó el desarrollo. Ya en el medio juego ganó un peón central y tras una buena secuencia, consiguió avanzar con un peón hasta f3 y dar un doblete ganando la calidad. En ese momento Jorge se rindió.
Al final clara victoria sin perder partida para sumar los primeros puntos. El próximo sábado visita a Colloto para enfrentarnos al Oviedo 93B.
Primera salida de la temporada para los dragones y derrota ajustada por la mínima ante el buen equipo del Siero. Si el otro día tuvimos suerte de ganar, en esta ronda creo que pudimos sacar un mejor resultado, pero así es el ajedrez.
En la mesa 4 se jugó una partida bastante “loca” desde el inicio, muy táctica, en el que el blanco obtuvo clara ventaja desde las jugadas iniciales por un mal orden de jugadas de David. Ninguno de los dos jugadores se enrocó y aunque José Alberto ganó un peón central, su rival capturó otro en g2 con la dama. La ventaja de desarrollo era del blanco que con una buena secuencia ganó otro peón en b7 y amenazaba al rey rival aún en e8 y poco protegido. El blanco pudo ganar calidad, pero siguió siendo agresivo y avanzó con su peón de “f” a f4, para luego capturar en e5 un caballo, jugar e6 y llegar a f7 capturando el peón con jaque. David tenía poco tiempo y José Alberto no jugó bien y permitió que el negro le diese jaque a su rey, también en el centro. Esto hizo que al final, el rey más débil fuese el blanco, que quedó en el centro del tablero con poco apoyo de piezas amigas. Al final, combinando torre y dama, el negro amenazaba mate o ganar mucho material y el punto se quedó en Siero. En la 1 Pablo jugó una siciliana contra Bruno y el blanco se quedó bien desde el comienzo. La partida giró entorno a si el negro podía hacer (o no) la jugada d6-d5, para igualar la posición. Tras una fase de preparación, el negro la llevó a cabo y se produjo un masivo cambio de piezas que dio paso a un final de torre y alfil para jugador y cinco peones por bando. Los alfiles eran de diferente color y la posición era totalmente igualada. Tras intentarlo algunas jugadas, se cambiaron las torres y se firmó el empate.
En la tres, Manuel Alejandro jugaba una posición de peón de dama y David pronto ganó espacio en el ala de dama con b5 y a5. Mientras tanto el blanco jugó e3-e4 y se apoderó del centro del tablero. El blanco estaba mejor, tenía pareja de alfiles, piezas más activas y mejor desarrollo. El negro no encontraba el plan y tuvo que hacer jugadas muy pasivas para sacar su alfil de casillas blancas, retrocediendo con su caballo a b8. Esto dio algunos tiempos a Cuevas para llevar una torre a d6 y con una buena secuencia táctica, el blanco cambió las piezas activas negras y se quedó con los alfiles y dejando al negro en situación precaria para defender su rey. Al final con los dos alfiles y la dama, el negro se infiltró en el enroque negro y ganó la partida.
Empatado el encuentro restaban tres partidas que no pintaban mal para los nuestros. Santi jugó con negras un gambito de dama declinado y ambos jugadores sacaron sus piezas con normalidad y enrocaron en corto. En el comienzo del medio juego, se cambiaron un par de piezas menores y peones en el centro, quedando Rogelio con un peón aislado en d4. Pero en lugar de defenderlo, lo entregó directamente pensando que tenía algo de compensación. Pero lo cierto es que no consiguió gran cosa y el negro cambió todas las torres para llegar a un final de dama y alfil contra dama y caballo. Santi siguió jugando bien y pocas jugadas más tarde consiguió el cambio de damas, lo que le dejaba con un final a priori bastante favorable, ya que además el caballo estaba “abanicado” en e1 por el alfil negro situado en e4. Pero con escasos minutos en el reloj, Rogelio siguió peleando, centralizó su rey y Santi devolvió el peón pensando que podría pasar con su rey. En lugar de eso el blanco entró en el flanco de rey y el final se convirtió en un lío, hasta que el negro tuvo que cambiar el alfil por el caballo y ambos jugadores promocionaron una dama. La posición ya era de tablas, el blanco lo intentó hasta el final, pero Santi si defendió correctamente y tras cambiarse todos los peones del tablero, se acordó el empate teniendo sólo dama y rey cada jugador sobre las 64 casillas. En la mesa seis, José debutaba con los dragones e hizo una gran partida, jugando muy tranquilo y pensando en todas sus jugadas. Contra la defensa india de dama de Héctor, la partida estuvo muy igualada desde el comienzo. Relativamente pronto se cambiaron tres pares de piezas menores, quedando la posición bastante cerrada con todos los peones iniciales sobre el tablero y apenas un caballo por cada jugador, además de las piezas mayores. También se cambiaron caballos y el negro abrió la columna “b”, que controlaba. Tras el cambio de un par de torres, el negro llevó su peón hasta a4 y se infiltró con dama y torre por b1 y b3 respectivamente. José estaba defendiendo como podía y tras cambiar las damas perdió el peón de a3, ya en un final de torres. Resistió muchas más jugadas, ya que Héctor tampoco parecía tener las ideas claras y ya contaba con poco tiempo en el reloj. Tras varias maniobras, la torre negra consiguió capturar varios peones y con tres peones de menos, obligó a José a rendirse. ¡Gran pelea!;
Quedaba Martien, como casi siempre, que había jugado su siciliana contra la alapín de Casimiro. El centro quedó cerrado, con la columna “c” abierta y los alfiles negros pasivos en e7 y d7. La posición negra no parecía cómoda y entonces Vallina sacrificó el peón de h4 para abrir esa columna, aunque el negro aún tenía el rey el e8. Pero los alfiles blancos eran buenos y aunque Martien jugó bastante bien, no estaba claro si había conseguido ventaja o no. Por fin se enrocó en corto y quiso cambiar piezas, pero Casimiro no le dejó y mantuvo los alfiles sobre el tablero, mientras que el negro no tenía muy claro si jugar por el flanco de rey o por el dama ni como activar sus dos piezas menores. Al final el blanco cambió el alfil por el caballo y se quedó con un peligroso peón pasado en “a” que condicionó el resto de la partida. Con poco tiempo de ambos, el negro quiso atacar al rey rival con dama, torre e incorporó al peón de h, pero el blanco se defendió bien y tras bastantes jugadas, consiguió el cambio de damas. Luego el de todas las torres y se llegó a un final de alfiles de diferente color, dónde el peón de ventaja negro no tenía mucha relevancia. Tras varios cambios se firmó el empate en posición dónde ningún bando podía progresar.
Derrota por la mínima, aunque en varios tableros pudimos sacar algo más. Así es el ajedrez. El próximo sábado recibimos en Trevías al Ateneo Obrero 1811 A.
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