CAMPEONATO DE ASTURIAS POR EQUIPOS 2021
RONDA 8; 27/11/2021
Primera ronda de la fase decisiva del Torneo por Equipos en Asturias en la edición 2021 y buenas noticias para nuestros equipos, ya que ambos consiguieron la victoria en sus encuentros, que les acerca a sus respectivos objetivos. Tras la liga regular, que constó de 7 partidas, los equipos se dividen en dos grupos de 4 equipos. Los cuatro primeros luchan por subir de categoría (suben 2 de esos 4) y los cuatro últimos luchan por la permanencia (se mantienen 2 de esos 4). Los Dragones quedaron terceros, por lo que están peleando por ascender a la máxima división del ajedrez asturiano. Los Lobos están ya en División de Honor de Filiales y buscan la permanencia en dicha categoría.
Recibieron los Dragones en una tarde fría y lluviosa en Valdés al equipo amigo del Alfil, rival directo por el ascenso al que vencimos al final contundentemente sin perder en ningún tablero.
A media tarde Chuso empató. Jugaba con blancas contra la escandinava de Bombín y pronto escogió una línea secundaria. La posición estaba equilibrada tras el desarrollo de ambos jugadores, aunque la dama negra estaba activa en el flanco de dama y Chuso ofreció el cambio de las mismas en b3, y se cambiaron. El negro capturó primero un alfil con su caballo y a las pocas jugadas otro más, para llegarse a un final de dos alfiles negros contra los dos caballos blancos, y dos torres por jugador y siete peones. Entonces nuestro jugador ofreció tablas que fueron aceptadas. En la mesa cuatro Apa jugaba de negras contra Palacios otra escandinava, que siguió líneas más convencionales para este tipo de apertura. El blanco llevó pronto un caballo a e5, pero la dama negra jugó por la quinta fila y consiguió ganar un peón blanco en c2, aunque a cambio el blanco obligó al rey negro a perder su derecho al enroque. Aunque las piezas blancas estaban más activas, el negro consiguió poner a su rey en e7 más o menos seguro y coordinar sus torres. Se cambiaron un par de piezas menores por bando y se llegó a un final de dos torres por jugador, con caballo negro y alfil blanco y el peón de ventaja para nuestro jugador. Entonces Edu quiso recuperar el peón, pero cometió un error grave y perdió el alfil. Tras cambiarse una torre, con caballo de ventaja, Enrique jugó sencillo y consiguió ganar la partida.
Avanzada la tarde, Santi jugaba su Pirc de negras contra Manzano y pronto el blanco tiró todos sus peones del flanco de rey contra el enroque negro tratando de atacar, como siempre trata de hacer el jugador gijonés. Santi mantuvo la sangre fría y cambio un alfil por su caballo en la casilla c4, aunque su posición parecía muy peligrosa ya que el negro no parecía tener mucho contra juego. Tras un f5 optimista del negro y un posterior e5 del blanco, la posición se volvió abierta y confusa. En lo que parecía una buena jugada dónde el blanco iba a ganar una pieza, el negro había visto un poco más allá y con las dos damas atacadas, el negro encontró una bonita intermedia, capturando una pieza y dejando al rey blanco sin buenas casillas y Manzano tuvo que rendirse ya que iba a perder mucho más material. Un rato después Abel también finalizó su partida. Con las piezas blancas jugó su inglesa en una línea popular. El negro cambió caballos en c3 dejando una mayoría de peones centrales blancos y nuestro jugador se quedó con todo el espacio central, pero tardó muchas jugadas en enrocarse, cosa que utilizó el negro para romper con f6 y dejar el peón de e5 aislado. El blanco tenía algo de ventaja y además Francisco Javier no contaba con mucho tiempo en su reloj. Pero Abel no jugó las mejores jugadas y dejó escapar su ventaja. El negro ganó el peón de e5, aunque pocas jugadas después nuestro jugador lo recuperó. Tras cambiarse damas con un final muy igualado, se firmó el empate.
Con tres puntos en el casillero, Pablo en la uno jugaba contra la siciliana Taimanov de Toni. El blanco jugó jugadas “normales” en el desarrollo y quizás consiguió algo de ventaja al jugar un e5 que ganaba espacio. El negro cambió los caballos y no permitió al blanco atacar en el flanco de rey, así que una partida con todas las piezas mayores en el tablero y pareja de alfiles para los dos jugadores, se equilibró la partida. Pablo cambió el mejor alfil de negro y luego, tras el cambio de torres, focalizó sus fuerzas en un peón débil en e6. Eso obligó a Toni a defender pasivo y ya con poco tiempo en el reloj de ambos jugadores, el negro propuso un cambio de damas que le dejaba bastante atadas sus piezas. No obstante, aún no era claro como progresar, pero gracias a un peón pasado en “c”, el blanco consiguió al final ganar el alfil negro y ganó la partida. Quedaba Nando en la mesa 6 que jugaba con negras contra la inglesa de Aníbal. La partida estuvo largo tiempo cerrada, siguiendo cauces posicionales con posiciones parecidas a las que podrían derivar de una india de rey. Finalmente se abrió la columna d y se cambiaron damas y un par de torres. Aún con todas las piezas menores en el tablero, empezaron las maniobras y se cambiaron los alfiles en c5 y luego también un par de caballos. El rey negro llegó a e7 y Fernando propuso el cambio de las últimas torres en d8 y se llegó a un final de alfil y caballo por jugador y siete peones. El alfil blanco estaba bloqueado por sus propios peones y nuestro jugador estaba algo mejor y empezó a presionar. Además, Aníbal no tenía mucho tiempo. Tratando de mejorar su rey y su caballo, el negro se dejó un peón, pero el treviense siguió insistiendo en activar su alfil hasta que lo consiguió. Con las piezas más activas que su rival, en una táctica final con un doblete de caballo, el negro ganó una pieza y la partida.
Muy buena victoria contra un rival directo por el ascenso. Ahora con ganar uno de los dos próximos encuentros, estaremos matemáticamente en división de honor. Dentro de 15 días recibimos al Mieres, ¡suerte!
Viajaron los Lobos hasta la capital del Principado de Asturias para medirse a otro rival directo por la permanencia en la división de honor de filiales del ajedrez asturiano. Al final, con algo de fortuna, conseguimos ganar un encuentro clave para mantener las opciones de salvación.
Curiosamente el primero en terminar fue Rufino, que suele ser el último generalmente. Con negras, jugó sus esquemas de holandesa y la apertura fue normal por parte de los dos jugadores. El negro pronto ganó espacio en el ala de rey y mostró sus intenciones de atacar al rey rival, mientras que José Antonio ganó espacio en el ala de dama con sus peones. Nuestro jugador llevó un caballo hasta f3 apoyado por dos peones en g4 y e4, y la dama en h5, pero el blanco defendió h2 con un caballo en f1 y mientras tanto, maniobró por el otro flanco ganando una calidad. Entonces Rufo se dio cuenta de que el ataque no era sencillo y maniobró con la dama para dejar paso al peón de h, pero el plan era lento y el blanco había ganado otro peón en b7 y marchaba con sus peones de c y b hacia la promoción. El negro sacrificó al final su caballo en h2 buscando desesperado el ataque, pero el blanco defendió correctamente y cuando un peón llegó a d7 y amenazaba con convertirse en dama, el negro se rindió. En la seis, Mario jugó un sistema Londres contra la defensa india de Fanjul y las primeras jugadas fueron de desarrollo correcto de ambos jugadores. La posición estaba equilibrada, se abrió la columna d y se cambió el alfil por el caballo en f6, pero el blanco tenía sus piezas bien puestas en el centro del tablero. En el medio juego las cosas siguieron parejas, aunque el blanco no puso sus torres en juego y tras un error táctico de Mario, Fanjul ganó un caballo. A partir de ahí las torres negras se comieron varios peones blancos y llegaron a la segunda fila, poniendo en mucho riesgo al rey blanco. Cuando iba a perder otra torre, nuestro jugador tuvo que abandonar.
Con 2-0 abajo, Maikel en el cuarto tablero jugaba con las piezas blancas sus esquemas de dama, aunque René no aceptó el gambito de dama propuesto por el blanco y se llegó en seguida a una estructura Carlsbad. El desarrollo fue correcto otra vez por parte de los dos jugadores y en el medio juego el blanco puso presión por la columna semiabierta “c” y poco después centró sus esfuerzos en capturar el peón de d5 negro. Tras colocar todas sus piezas menores, Maikel comió el peón, se cambiaron varias piezas menores y las damas, para llegar a un final de dos torres y alfil por cada jugador (aunque de colores opuestos), con peón extra para el blanco y mejor posición. El rey blanco se centralizó, Maikel cambió la torre activa negra y siguió con el control de la partida, dejando a la torre negra y al alfil de René muy pasivos defendiendo c7. Tras avanzar sus peones centrales, el blanco dio mate al rey negro en e7 y ganó la partida. En la mesa 2, Marcos G. jugó su española y aunque no hizo c3, el negro sacrificó el peón de e5 en el espíritu del gambito Marshall. El negro atacó con dama, caballo y sus alfiles al enroque negro en plena apertura y Miguel Ángel sacrificó el caballo en f2 en una jugada dudosa, buscando complicaciones. Marcos G. no se puso nervioso, consiguió traer el caballo a e4 y cambiar todos los alfiles. Con caballo de ventaja y la posición controlada, cuando Marcos consiguió forzar el cambio de damas, su rival abandonó.
Empate a 2 en el marcador y restaban dos partidas. Alberto G. en la 1 jugó contra el Londres de Trapiello. El blanco jugó pronto un Dd2 que indicaba que quizás se iba a enrocar en largo, mientras que el negro hizo un rápido h5, en previsión. En plena apertura aún con los reyes en sus casillas iniciales, se produjeron muchos cambios de piezas menores en las casillas e5 y e4, quedando en el tablero sólo las piezas mayores de ambos jugadores y un alfil de casillas blancas, además de todos los peones. Trapiello se enrocó finalmente en largo, mientras que el jugador praviano mantuvo su rey en e8 y trató de buscar el cambio de damas, que fue rechazado. La posición era igualada, pero el negro consiguió movilizar todos los peones del ala de dama y el blanco entonces sacrificó su alfil a cambio de dos peones centrales. Lo que pasa es que el negro recuperó un peón, cambió un par de torres y activó su dama. Con la dama más activa y tras unas jugadas precisas, se cambiaron las últimas torres y con dama y alfil contra el rey solitario de c1, el negro ganó la partida. Quedaba Rodri, en la cinco, jugando con negras contra 1.Cf3 y 2.e3 del blanco, que no conocía, pero nuestro jugador sacó las piezas de manera lógica y enrocó en corto. Francisco entonces jugó De2 y enrocó en largo, lo que aseguraba partida de ataques opuestos. Tras avanzar un peón hasta b4, Rodri llevo su caballo a c5 y aunque quiso atacar, no lo vio claro ya que las otras piezas no acompañaban. Tras saltar el caballo blanco a campo negro y cambiarse alfiles, el jugador local ganó dos peones en el centro. La posición negra era mala, y el blanco quiso cambiar damas a toda costa, a lo que Rodri respondía con la negativa, incluso llevándola a casillas peores. Las torres blancas se coordinaron en la columna “d” y el negro sólo podía esperar lo inevitable. Pero en un error grave de Francisco, el blanco perdió una torre en una jugada y por fin, se cambiaron las damas. Con torre de ventaja, Rodri dio un hueco a su rey primero y activó las torres para ir capturando peones blancos uno tras otro. Con tanta ventaja a favor, su rival tuvo que inclinar su rey.
Al final victoria 2-4 fuera de casa, remontando y con gran mérito de los dragones, aunque especialmente en la partida de Rodrigo, hubo suerte de no perder. Gracias a estos dos puntos sumados, si ganamos un encuentro más, estaremos salvados matemáticamente. ¡A por ellos!
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