13/12/21

Por Equipos 2021 - Rd9

CAMPEONATO DE ASTURIAS POR EQUIPOS 2021

RONDA 9; 11/12/2021
Penúltima ronda de la fase decisiva del torneo por equipos en la edición de 2021 y ambos equipos jugamos en casa para despedir la temporada en Valdés. Aún falta otra ronda más, pero la jugaremos en el centro de la región el próximo sábado. En los tableros, dos empates a 3 puntos tras una ronda competida y peleada por todos.

Nos visitó el Ateneo Obrero 1881 B en Luarca, equipo que no se jugaba nada ya que ya estaba descendido, pero incluso con un jugador menos, hicieron buenas partidas para al final rascar un empate a 3, que nos deja con incertidumbres hasta la última jornada.
Fran no tuvo rival y ganó su partida. Gracias por las disculpas recibidas por parte del equipo rival, se agradecen. Al poco tiempo Marcos F. ganó su partida en una miniatura. En una partida de peón de rey, el negro realizó una defensa estilo “Pirc”, dónde Marcos F. jugó rápido e5, se abrió la columna “d”. Tras doblar peones en c6, nuestro jugador se enrocó finalizando el desarrollo. A las pocas jugadas su rival atacó un peón en b2 con la dama desde b4, que estaba “envenenado”. Marcos F. lo vio pronto y jugó a3, incitando a su rival a comer el peón y cayendo en la trampa, ya que al capturar la dama no tenía casillas y el negro se rindió.


Con 2-0 la cosa pintaba genial, pero poco después Maikel perdió su partida. Jugaba con piezas negras ante el sistema Londres de Ángel Carlos y tras una secuencia conocida por extrañas razones que suceden en la competición, el negro no se enrocó y perdió una pieza limpia tras sacar su alfil por a6, en una táctica bien conocida y temática en este tipo de posiciones. Además de estar con pieza de menos, el negro perdió el derecho al enroque. Nuestro jugador lo intentó, se expandió con sus peones por el flanco de rey ganando espacio, pero tras perder otro peón y en posición perdida, tuvo que rendirse. En la 4, también de negras, Julio jugó contra un esquema de dama de Alberto. Tras el enroque del blanco, el jugador visitante abrió el centro con e3-e4 y se cambiaron un par de piezas menores por bando. Finalmente, el negro se enrocó en corto y su posición parecía sólida. Tras centralizar las torres, Julio optó por un plan algo pasivo, al querer cambiar el caballo blanco de e5 “a toda costa”. Con una pequeña combinación, se cambiaron damas y el blanco ganó un peón, para llegarse a un final de dos torres y alfil por jugador. La posición aún era peleable, pero Julio avanzó un peón pensando que podía abrir refugio del rey rival, pero lo que hizo es perder dicho peón sin compensación alguna. Con dos de menos la cosa era más complicada y el blanco consiguió cambiar todas las torres, llegándose a un final de alfiles de igual color, pero con dos infantes de ventaja para el jugador visitante. Estos finales son perdidos con buen juego, pero Julio centralizó su rey, recuperó un peón y tuvo opciones de defender algo mejor. Su rival de todas formas jugó bien y fue avanzando sus peones de f y g hasta obligar al alfil contrario a sacrificarse por uno de ellos para evitar la promoción, momento en el que Julio tuvo que abandonar.

Con empate en el marcador, restaban dos partidas. En el tablero 5, Cabanas de blancas jugó una italiana y perdió varios tiempos con su alfil, pero consiguió cambiarlo y situar su caballo en e4, lo cual contrarrestó un poco la ventaja de la pareja de alfiles de Jorge. Pero el blanco tenía poco espacio y no demasiadas ideas, así que, tras un pequeño baile con su caballo, finalmente nuestro jugador terminó por desarrollar su último alfil, y se cambiaron justo en ese momento los alfiles negros por caballo y alfil blancos, doblando peones en f2 y f3 a Cabanas. En un final con todas las piezas mayores en el tablero y el rey blanco expuesto, el negro estaba mejor y Jorge llevó un peón hasta e3, en pleno corazón de la posición blanca, que parecía muy peligroso. No obstante, Cabanas maniobró con una torre y la trajo hasta g4, para defender y atacar al rey de g8 a la vez. Con peor posición y menos espacio, la partida parecía difícil, pero tras un error de Jorge, el blanco podía recuperar mínimo un peón, pero Cabanas en lugar de tomarlo con la dama, lo hizo con la torre y debido a una clavada, iba a perder dicha torre y tuvo que rendirse. Una lástima porque había sido buena lucha. Edu, en la 1, jugó con blancas contra una apertura rara de Alberto Hevia y pronto se quedó con más espacio en el centro y buena posición. Tras un buen desarrollo, nuestro jugador ganó un peón y quiso romper el centro con un rápido d4-d5 aprovechando que el rey negro aún estaba en e8. Lo logró, pero luego algunas jugadas “timoratas” y su rival centralizó las torres y niveló bastante la partida. Edu maniobró con sus caballos hasta llevar uno a la casilla d5, muy poderosa, y fue poco a poco mejorando sus otras piezas y mandando de vuelta a sus dominios a las piezas negras. Esta fase la jugó bien el jugador praviano, con tranquilidad y sabiendo que su peón de más al final contaría. Y tras ganar otro peón y cambiarse las damas y la última torre, se llegó a un final de caballo y alfil por lado, pero con dos peones de ventaja para el blanco. A partir de ahí las cosas fueron más sencillas, Edu centralizó su rey, consiguió cambiar caballos y cuando iba a ganar un tercer peón con su alfil, su rival se rindió.
Empate final luchado que deja todo en el aire para la última jornada, ya que el Pablo Morán B venció al Ov93 B y por tanto la clasificación queda de esta manera:
Un empate (debido a tener mejor desempate) o la victoria nos valdría para mantenernos en división de honor. En caso de caer derrotados y vencer el Pablo Morán B, descenderíamos a primera división. ¡A pelearlo hasta el final, manada!
También en las bonitas instalaciones del Círculo Liceo recibimos también al potente equipo del Mieres, que peleaba como nosotros por ascender a división de honor. La tarde fue peleada y disputada y prueba de ello fue el resultado final, un empate a 3 también.

Chuso con negras jugó su siciliana y pronto consiguió doblar peones en c3 y con un pequeño truco táctico, ganó el peón de e4 en la jugada 10. Tras enrocarse, el negro devolvió el peón, pero pronto ganó otro en a2 y aprovechando que el rey blanco aún estaba en f1, ganó otro más en f2 y dejó a su rey contrario muy en peligro en el centro del tablero. Chuso con una buena combinación ganó la dama por torre y pieza, pero a la siguiente jugada recuperaba una pieza tras un jaque doble. Con mucho material de menos y un rey expuesto, José Antonio se rindió. En la 3, “Apa” jugó una Chigorin con blancas dónde la estructura de peones se asemejaba en cierta medida a una francesa del avance. El negro ganó espacio en el flanco de dama y obligó a los caballos blancos a ir a la primera fila. La posición del jugador visitante era mejor durante esta fase de la partida, pero el rey negro no se enrocó y eso daba opciones al blanco. Finalmente se rompió la tensión central, nuestro jugador alineó bien sus torres en las columnas centrales y con un detalle táctico, ganó un peón y cambió la última pieza menor. El blanco ganó otro peón más y logro cambiar damas, para llegar a un final de cuatro torres que a las pocas jugadas se convirtió en un final de torres por cada jugador donde Daniel Oliveros recuperó un peón. Apuntaba a final largo, pero el negro permitió avanzar al peón de “a” hasta convertirse en dama, mientras el suyo llegaba a la jugada siguiente también a la promoción en la casilla h1. Pero con el turno a favor, la dama de Enrique dio una secuencia de jaques precisos para con poco tiempo en el reloj, terminar por simplificar la posición para llegar a un final de reyes con peón de ventaja blanco “ganado”, que obligó al jugador mierense a rendirse.

En la uno, el capi Pablo jugó su española contra Samuel en una línea conocida al principio, hasta que el negro varió y decidió regresar con su alfil a f8 para sacarlo por fianchetto vía g7. Tras cerrarse el centro, se llegó a una estructura similar al de una india de rey, dónde el negro consiguió hacer f5 y situar un caballo en f4. Pablo quiso buscar contra juego por la columna “b”, pero tras un sacrificio de pieza de Samuel, todas las piezas negras rodearon al rey blanco situado en h1. La posición era difícil, aunque seguramente Pablo pudo defender algo mejor. Pero tras otro sacrificio de calidad del negro, la dama y varios peones negros cercaron al monarca blanco y con mate a la siguiente en el tablero, Pablo se rindió. En la mesa 5 Fernando jugaba contra el dragón acelerado de Jorge. Tras el blanco jugar Ah6 y cambiar el valioso alfil de g7 negro, se enrocó en largo, con una posición incierta. Jorge realizó un e7-e5 dudoso, pero F. Fabián, aunque mantuvo su ventaja, quizás pudo reaccionar mejor y ganar un peón. Aún así, la posición blanca era mejor y sus peones de g y h pronto inquietaron al rey negro, mientras que su rival no conseguía grandes avances en el flanco de rey. Se abrió la columna “h” y ambas torres blancas se doblaron para apuntar a h7, mientras que el caballo blanco que aún resistía en el tablero, por fin llegó a f4 apuntando a varias casillas clave en terreno enemigo. Con poco tiempo en el reloj de ambos jugadores, F. Fabián se dejó la torre en una jugada y tuvo que inclinar su rey. Una lástima tras una buena partida terminar así.

Con empate a 2, en la sexta mesa jugaba Rufino con negras sus esquemas holandeses contra el esquema de apertura tranquilo de Faustino. El negro dobló peones blancos en c3 y poco después, se comió un peón “pseudo envenenado” del blanco en a2, alejando la dama del juego un tiempo. Pero tras el enroque, la dama negra volvió y Rufino hizo un buen e7-e5, que provocó cambios de piezas, entre ellos de las damas, ganando además otro peón por el camino. En un final con pareja de alfiles negros y dos torres, contra caballo, alfil y dos torres blancas, nuestro jugador cambió primero un alfil por el caballo rival, luego un par de torres, para ir poco a poco avanzando su peón pasado de “a” apoyado por la torre y por el alfil. Pero para entonces Rufino, como es habitual, tenía segundos en el reloj y jugaba con el añadido de +30s por jugada. A pesar de ello, siempre mantuvo la ventaja. Acercó el rey al flanco de dama y llevó su peón hasta a3 atando las piezas rivales a la defensa, incluido al rey blanco. Entonces ganó otro peón más, llevó el peón a a2 defendido por el alfil y maniobró con la torre para ir a comerse los peones del flanco de rey. Con 5 peones de menos y sus piezas atadas, Faustino acabó por abandonar tras una buena pelea. Quedaba Santi en el tablero dos, que jugó una Benoni ante Yves. El negro se quedó con poco espacio y Santi pronto jugó g5, para poco después avanzar en el otro flanco con c4 y b5. No obstante el blanco estaba mejor, ya que los avances de peones negros dejaron muchas casillas débiles, especialmente f5. Yves abrió la columna “a” y dobló torres y tras cambiar los alfiles de casillas negras mejoró su caballo. Con ya poco tiempo en el reloj, el blanco tras un jaque de caballo, dio un triplete a “toda la familia (ambas torres negras y la dama negra), ganando la calidad. Además, la posición de Santi era peor, el blanco ganó un peón y poco después otra pieza limpia. Con torre de menos, nuestro jugador aún peleó unas cuantas jugadas, pero tuvo que acabar abandonando.

Al final empate a 3, un punto para equipo que sirve al Mieres para ascender de categoría matemáticamente. ¡Enhorabuena! En el otro encuentro, el Alfil venció 3.5 – 2.5 al Ateneo Obrero, por lo que a priori, los dragones aún debían ganar (o empatar) la última ronda para lograr el ascenso. 

Pero tras una incomparecencia en cada equipo, el árbitro tal y como indica el reglamento, sancionó a ambos equipos con la pérdida de medio punto en la clasificación final, por lo que también es matemático el ascenso de los Dragones a división de honor

¡Un gran logro para un club modesto como el nuestro! 

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